Las terapias biológicas con células madre se están convirtiendo en una herramienta fundamental de la comunidad médica para mejorar la longevidad y bienestar de los pacientes, tratar enfermedades y padecimientos que actualmente no tienen tratamiento. Esto se debe al hecho de que son capaces de ayudar al cuerpo a combatir enfermedades y curar lesiones. Las células madre tratan con gran eficacia las lesiones y enfermedades relacionadas con los huesos, cartílago, tendones y músculos. Pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación, así como permitir que se produzca la regeneración y curación del tejido que lo genera. De esta manera, pueden reparar las células del cuerpo que han resultado dañadas.

Las células madre son la materia prima del cuerpo. A partir de ellas se generan todas las demás células con funciones especializadas. Tienen el potencial de convertirse en muchos tipos diferentes de células en el cuerpo. En el adulto, estos grupos de células se obtienen de la médula ósea o de tejido adiposo.

Si bien a simple vista se tiene el preconcepto de que es un campo de estudio innovador, la medicina regenerativa tiene varias décadas de investigación y tiene como fin encontrar soluciones para la curación de tejidos dañados.  Numerosos ensayos avalan mundialmente las terapias biológicas y hoy en día enorme cantidad de estudios clínicos y preclínicos se encuentran en desarrollo.

El principal objetivo de la medicina regenerativa es regenerar tejidos y órganos que han sido dañados por enfermedades, traumatismos o inflamación crónica. Esto incluye heridas de la piel, lesiones osteocondrales, artrosis, diabetes, enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas, hepáticas o renales, entre otras. Incluso se ha comprobado sus efectos en el tratamiento de enfermedades autoinmunes al ayudar a modular y regular el sistema inmunitario.